sábado, 23 de marzo de 2013

MORA





A unos 30 kilómetros de Toledo, en la vega,
en el inicio de los Montes de Toledo,
hubo, tres siglos antes de Cristo,
un asentamiento de Carpetanos.



Hoy el lugar pertenece a la comarca de La Mancha.



Las primeras noticias históricas se refieren a un castillo
que se rebeló contra Abderramán III
y fue derrotado por el propio califa en el año 927.


En 1074, Al-Mamún, reyezuelo moro de la taifa toledana,
muere envenenado.


Su viuda, Zaida, algunos años más tarde,
visita el reino castellano-leonés con un encargo diplomático.


Terminará convirtiéndose al cristianismo,
tomando como nombre Isabel.
Según algunas crónicas, casará con Alfonso VI.


El castillo de Mora y algunos otros
pasan a poder del rey castellano,
como dote de la princesa Zaida.


Después Mora será ocupado de nuevo por los musulmanes.



Alfonso VII lo recuperará definitivamente.


Es un castillo roquero, adaptado a la configuración de la peña.
Se le conoce como castillo de Peñas Negras,
aunque inicialmente esta denominación correspondiera
a otra construcción cercana.



En 1172 Alfonso VIII entrega la fortaleza a la Orden de Santiago
y se constituye la encomienda de Mora.


Cincuenta freires se instalan en el castillo
con la específica misión de vigilar las razzias musulmanas
y organizar incursiones de acoso a las guarniciones enemigas.


Hasta 1190 Peñas Negras tiene utilidad militar,
tanto en operaciones de castigo como de defensa.



A partir de las Navas de Tolosa, la frontera se aleja.


La mayoría de los castillos toledanos
dejan de tener uso guerrero
y muchos se entregan a iglesias o a congregaciones religiosas.



El castillo de Mora, como tantos otros,
se utiliza principalmente como prisión de personajes notables.


En este castillo estuvo encerrado uno de los hijos de Alejandro VI,
el duque Valentín,
que consiguió fugarse de la torre tras dar muerte al alcaide.



En el siglo XV ya la fortaleza de Mora
sólo aloja a un alcaide y cuatro o cinco peones,
algunos con sus mujeres,
que viven en él con muchas penurias.


Gran parte del recinto se encontraba en malas condiciones
pero la encomienda de la que dependía
carecía de los medios económicos para realizar las obras necesarias.



En abril de 1521 gentes del alcaide Diego de Carvajal
roban ganado a vecinos de Mora.
Éstos responsabilizan al comendador Diego López Dávalos,
quien intentará rendir a los lugareños sin conseguirlo.
Los morachos se refugiaron en la iglesia del pueblo
y ésta fue incendiada por los soldados del comendador.
Perecieron entre 500 y 1.000 personas...



En diciembre de 2012 el alcalde de Mora
ha firmado un acuerdo de permuta
con María Cristina de Baviera y Mesía y su hermana Tessa,
propietarias de la Sierra del Castillo,
acuerdo por el que sierra y castillo
han pasado a pertenecer al municipio.




***




Se llega a la fortaleza por un carretera
que parte del pueblo hacia el Este.


Se encuentra en la llamada Sierra del Castillo,
que controla tanto el llano manchego
como las primeras estribaciones de los Montes de Toledo.
Desde aquí se divisa el castillo de Almonacid.



La fortaleza está situada en lo alto de un cerro,
rodeado por campos de olivos.
Kilómetros y kilómetros de olivos.


Un hermoso paisaje
trabajado durante siglos por la mano del hombre.
Algún campo de viñas, y olivos, olivos bien alineados.
La inmensidad de los olivares perdiéndose en el horizonte.


La torre del homenaje dividía el castillo en dos partes;
una de ellas era el patio de armas y la otra las dependencias.
En el lado más inaccesible, sobre las peñas,
un postigo permitía salir del castillo
por una escalera de caracol hoy prácticamente desaparecida.
Quedan restos de torres, foso, muralla...



En lo alto hace mucho viento,
es como estar en la proa de un barco que navega.
Un barco que navega por un mar de olivos.



***



El último fin de semana de abril
Mora celebra la Fiesta del Olivo
en la que se homenajea la recogida de la aceituna
con desfiles de carros engalanados.


A finales del mes de julio, Mora organiza
el Festival del Castillo de Peñas-Negras,
con música, teatro y recreaciones históricas.


El primer domingo de septiembre
tiene lugar la Romería de Nuestra Señora de la Antigua.



La ermita se halla en un cerro próximo al del castillo.


Hay dos estrechas sendas que conducen del castillo al santuario,
recorriendo entre zarzas otro cerro intermedio, por ambas laderas.



Una pequeña sierra, tres cerros, en el inicio de los Montes de Toledo.


El lugar está limpio.
No hay basura ni pintadas.
No hay basura ni en los caminos ni entre las ruinas del castillo.


Frente a la fortaleza, en el Cerro del Morejón,
entre los Cerros del Castillo y de la Antigua,
está la Cueva de la Zorra,
abrigo prehistórico con pinturas rupestres,
dos salas con representaciones esquemáticas de figuras de hombres.
Desde el sendero se ven las dos entradas.



Éste ha de ser un enclave muy poderoso:
Hay aquí cuevas rocosas
en las que los hombres de la prehistoria pintaron en la piedra
sus propias siluetas esquematizadas.
Un santuario.
Un fuerte castillo después convertido en prisión...


 

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