sábado, 6 de septiembre de 2014

ZAMORA. Romances del cerco de Zamora, I




MUERTE DEL REY DON FERNANDO EN EL CASTILLO DE CABEZÓN,
A UNA JORNADA DE VALLADOLID

Catedral de Zamora

Doliente estaba, doliente,
ese buen rey don Fernando;
los pies tiene cara oriente
y la candela en la mano.


A su cabecera tiene
arzobispos y perlados.


A su man derecha tiene
los sus hijos todos cuatro:
los tres eran de la reina
y el uno era bastardo.


Ese que bastardo era,
quedaba mejor librado:
abad era de Sahagun,
arzobispo de Santiago,
y del Papa cardenal,
en las Españas legado.


—Si yo no muriera, hijo,
vos fuérades Padre Santo,
mas con la renta que os queda,
bien podréis, hijo, alcanzarlo.

 

viernes, 5 de septiembre de 2014

ZAMORA. Romances del cerco de Zamora, II




LA INFANTA DOÑA URRACA VA A CABEZÓN
A QUEJARSE AL REY SU PADRE.
EL REY DON FERNANDO DA ZAMORA A SU HIJA DOÑA URRACA


—Morir vos queredes, padre,
¡San Miguel vos haya el alma!


Repartistes vuestra tierras
a quien se vos antojara:


Diste a don Sancho Castilla,
Castilla la bien nombrada;
a don Alfonso León,
con Asturias y Sanabria;
a don García Galicia,
con Portugal la preciada.


¡Y a mí, porque soy mujer,
dejáisme desheredada!
Irme he yo de tierra en tierra
como una mujer errada;
mi lindo cuerpo daría
a quien bien se me antojara,
a los moros por dinero
y a los cristianos de gracia;
el dinero que ganare
lo emplearé por tu alma.


Allí preguntara el rey:
—¿Quién es esa que así habla?
Respondiera el arzobispo:
—Vuestra hija doña Urraca.


—Callades, hija, callades,
no digades tal palabra,
que mujer que eso dijera
se merece ser quemada.


Allá en tierra leonesa
un rincón se me olvidaba,
Zamora tiene por nombre,
Zamora la bien cercada,
de un lado la cerca el Duero,
del otro peña Tajada,
del otro la Morería;
una cosa muy preciada.


¡Quien vos la quitare, hija,
la mi maldición le caiga!
Todos dicen: "Amen, amen",
sino don Sancho que calla.

jueves, 4 de septiembre de 2014

ZAMORA. Romances del cerco de Zamora, III




EL REY DON SANCHO PONE CERCO A ZAMORA.
DOÑA URRACA RECUERDA AL CID CUANDO SE CRIABA CON ELLA
Y FUE ARMADO CABALLERO EN LA IGLESIA DE SANTIAGO


Don Fernando apenas muerto,
Zamora ya está cercada,
de un lado la cerca el rey,
del otro el Cid la apremiaba.


Del lado que el rey la cerca
Zamora no sufre nada;
del lado que el Cid la aqueja
Zamora ya se entregaba;
corren las aguas del Duero
tintas en sangre cristiana.


Habló el viejo Arias Gonzalo,
el ayo de doña Urraca:
-Vámonos, hija, a los moros,
dejad a Zamora salva,
pues vuestro hermano y el Cid
tan mal os desheredaban.


Doña Urraca en tanta cuita
se asomaba a la muralla
y desde una torre mocha
el campo del Cid miraba
y desde allí le decía:


-¡Afuera, afuera, Rodrigo,
el soberbio castellano!
Acordarte deberías
de aquel buen tiempo pasado
que te armaron caballero
en el altar de Santiago,
cuando el rey fue tu padrino,
y, tú, Rodrigo, el ahijado;
mi padre te dio las armas,
mi madre te dio el caballo,
yo te calcé espuelas de oro
porque fueses más honrado,
pensando casar contigo.
¡No lo quiso mi pecado!
Te casaste con Jimena,
hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros,
conmigo habrías estados;
dejaste una hija de rey
por tomar la de un vasallo.


Al oír esto Rodrigo,
volvióse mal angustiado:
-¡Afuera, afuera los míos,
los de a pie y los de a caballo,
pues de aquella torre mocha
una lanza me han tirado!
No traía el asta hierro
el corazón me ha pasado;
¡ya ningún remedio siento,
sino vivir más penado!

miércoles, 3 de septiembre de 2014

ZAMORA. Romances del cerco de Zamora, IV




VELLIDO DOLFOS SALE DE ZAMORA,
CON FALSEDAD SE HACE VASALLO DEL REY DON SANCHO
Y LE DA MUERTE


Sobre el muro de Zamora
vide un caballero erguido;
al real de los castellanos
da con grande grito:
-¡Guarte, guarte, rey don Sancho,
no digas que no te aviso,
que del cerco de Zamora
un alevoso ha salido.
Vellido Dolfos se llama,
hijo de Dolfos Vellido,
si gran traidor fue su padre,
mayor traidor es el hijo;
cuatro traiciones ha hecho,
y con ésta serán cinco!
Si te engaña, rey don Sancho,
no digas que no te aviso.


Gritos dan en el real:
-¡A don Sancho han mal herido!
¡Muerto le ha Vellido Dolfos;
gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto,
metióse por un postigo;
por las calles de Zamora
va dando voces y gritos:
-¡Tiempo era, doña Urraca,
de cumplir lo prometido!

 

martes, 2 de septiembre de 2014

ZAMORA. Romances del cerco de Zamora, V




LOS CASTELLANOS LLORAN LA MUERTE DE DON SANCHO

Castillo de Zamora

Muerto yace el rey don Sancho,
Vellido muerto le había;
pasado está  de un venablo
que a la tierra le cosía.


Llorando están a par de él
obispos y clerecía;
llórale la hueste toda,
ricos hombres de Castilla.


Don Rodrigo de Vivar
es el que más lo sentía:
-Rey don Sancho, rey don Sancho,
muy aciago fue aquel día
en que cercaste a Zamora
contra la voluntad mía.
La maldición de tu padre
en mal hora se cumplía.


Levantóse Diego Ordóñez,
que a los pies del rey yacía;
la flor es de los de Lara
y lo mejor de Castilla:


-Que se nombre un caballero,
antes que se pase el día
para retar a Zamora
por tan grande alevosía.


Todos dicen que es muy bien,
mas nadie al campo salía;
mirando estaban al Cid
por ver si el reto él haría;
mas el Cid, que los entiende,
desta manera decía:


-Yo me armé contra Zamora,
pues don Sancho lo quería;
muerto mi señor el rey,
juré de no combatirla;
grande deudo he con la infanta,
quebrantarlo no podía.


Allí hablara Diego Ordóñez
lleno de melancolía:
-Mal habéis jurado, Cid,
lo que jurar no debíais.